50º Aniversario de Mayo del 68

Se cumplen ahora cincuenta años de las revueltas estudiantiles que se produjeron en Francia, especialmente en París, durante los meses de mayo y junio de 1968. Éstas pueden identificarse y encuadrarse en un movimiento generalizado que se produjo en diferentes escenarios (Estados Unidos, París, México, Tokio, Roma, Berlín…)Sartre actuando la voluntad de parar la guerra de Vietnam y de frenar el imperialismo americano como catalizador del descontento de muchos jóvenes que necesitaban concretar y escenificar su ruptura con el orden establecido. Para Jean-Paul Sartre, al que muchos consideran el líder espiritual y motor del movimiento en París, aquél era el punto de partida de una “nueva concepción de la sociedad basada en la democracia plena y en la vinculación entre socialismo y libertad”.

Todo empezó cuando estudiantes parisinos del campus de Nanterre emprendieron movilizaciones y protestas en contra de las normas internas de la Universidad. La intransigencia de las autoridades académicas provocó la radicalización del movimiento, que fue creciendo y aglutinando diferentes colectivos y grupos, como los sindicatos obreros. El cuestionamiento del sistema académico inicial acabó convirtiéndose en un rechazo general del principio de autoridad y del orden establecido. A principios de mayo, el conflicto se había convertido ya en un problema de orden público: cierre de la Universidad de Nanterre, ocupación de la Sorbona y batalla campal entre estudiantes y policías en el Barrio Latino. El conflicto derivó en una brutal huelga general secundada por más de nueve millones de trabajadores y el gobierno de Charles de Gaulle, desbordado, terminó convocando finalmente elecciones anticipadas.

Estos movimientos se han estudiado desde diferentes puntos de vista, incluyendo la primavera de Praga o la revolución cultural China, que completarían el panorama de revueltas producidas durante la década de los años sesenta, con una sociedad del consumo en ciernes y una cultura de masas creciente alimentada por unos medios de comunicación cada vez más omnipresentes, invasivos e influyentes. Es también en esta época cuando los jóvenes se convierten en una categoría socio-cultural (y económica) en sí misma, logrando un reconocimiento como actor social con gustos y opciones diferenciadas de las de los adultos. Todo un desarrollo de la cultura underground o movimientos como el hippie que traían nuevos ídolos musicales como Los Beatles, Los Rolling Stones o Bob Dylan, cuyos mensajes cantados con ritmos pop y rock and roll pegadizos se difundieron como la pólvora. Fue así como el cuestionamiento de las formas de vida establecidas y las críticas al estilo de vida capitalista marcado por el mercado de consumo tomaron forma y fondo.

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Actualmente, las opiniones sobre el “Mayo del 68″ se dividen. Los hay que recuerdan el acontecimiento como algo positivo que modernizó la sociedad, introduciendo nuevas concepciones; y los hay que, como Nicolas Sarkozy (hace ya años), culpabilizan a “la generación del 68” de la decadencia Francia, llegando a prometer borrar su legado. Sin embargo, no son pocos los que opinan que hubo un antes y un después de los hechos. Mayo del 68 fue una lucha, un movimiento efímero en su fase álgida, pero dejó semillas que pueden rastrearse en nuestro presente y que afectan a nuestras formas de actuar, de organizarnos, a nuestro pensamiento político, y que dieron forma a los llamados “Nuevos Movimientos Sociales”, responsables tanto de abrir nuevos caminos como de cerrar vías consideradas ya obsoletas. Con y contra el cinePara rastrear más opiniones sobre lo que este acontecimiento supuso y supone, recomendamos la lectura el número 80-81 de la revista Archipiélago, conservada en nuestra Biblioteca de Cultura. Asimismo, quienes busquen un análisis centrado en la influencia del movimiento en el sector del cine pueden consultar Con y contra el cine. En torno a Mayo del 68, también disponible en nuestro catálogo, y donde se pretende recuperar las prácticas cinematográficas francesas de las décadas de 1950 y 1960, con la intención de reactivar interrogantes y cuestiones válidas hoy en día: ¿cómo opera el medio cinematográfico para transmitir un acontecimiento? ¿De qué modo pueden vincularse cine y política? ¿Cómo escapar de una lógica de la representación que siempre parece despotenciar lo representado?

La Biblioteca Nacional, por su parte, conmemora el 50º aniversario de Mayo del 68 con la exposición Y este canto es nuestro amuleto. Mitologías del 68, que puede visitarse desde el 22 de mayo hasta el 30 de septiembre, y que está dedicado a los relatos, motivaciones y réplicas de los movimientos de protesta. La muestra es un ensayo visual y bibliográfico que reflexiona acerca del impacto de este movimiento en España durante la dictadura franquista y rastrea las resonancias a nivel internacional de las distintas luchas antiautoritarias que se produjeron es esa década. A través de los fondos de la BNE y de préstamos puntuales, analiza la mitología del 68 y el imaginario que la acompaña, al tiempo que señala acontecimientos, problemáticas y relatos disonantes que evidencian esa construcción.