La Fundación Alternativas nace en 1997. Su voluntad, tal y como figura en la web, es la de ser un cauce de reflexión política, social, económica y cultural en España y Europa, contextualizada en un marco de globalización creciente. Sus áreas de trabajo abarcan las políticas públicas, tanto desde una óptica europea como mundial, encontrando su desarrollo en diferentes departamentos. De ellos hoy destacamos el Observatorio de Cultura y Comunicación, constituido con el fin de estudiar, analizar y plantear iniciativas en los sectores de cultura y comunicación en España, la Unión Europea, Iberoamérica, y en territorios hispanos de Estados Unidos.
La Fundación Alternativas ha publicado recientemente el Informe sobre el estado de la Cultura en España 2016 : la cultura como motor del cambio, donde el lector encontrará análisis concretos sobre el mercado del arte, el libro, la música o el diseño, encargados por la Fundación a expertos con el objeto de ofrecer propuestas de mejora en esos ámbitos. También pueden encontrarse reflexiones sobre las políticas locales, autonómicas o europeas en relación con la cultura, o temas novedosos como cultura y turismo, cooperación digital con América Latina o la autogestión de la cultura. Es este el tercer informe elaborado desde el Observatorio de Cultura y Comunicación (OCC) de la Fundación Alternativas. Anteriormente se publicaron los informes dedicados a la “la proyección global” de la cultura española (2011) y a su “salida digital” (2014).
La presente edición del Informe se centra en las relaciones entre la cultura y el cambio social, identificando la cultura como motor de ese cambio y atendiendo a circunstancias excepcionales iniciadas hace varios años y que han culminado en el año electoral de 2015, prólogo de un nuevo panorama político por definir en este momento. Se estructura en dos partes bien diferenciadas: una dedicada a “Cultura y cambio”, y una segunda a las “Políticas culturales para el cambio social”. En la primera se concentran los análisis sectoriales de la cultura en España, y se revisan las principales actividades por su peso social y económico, intentando abarcar la complejidad que constituyen las industrias culturales en España: el mercado del arte, el libro y las bibliotecas públicas y su adecuación a la era digital, la producción audiovisual, el sector de la música y el diseño como industria creativa. La segunda parte expone acciones políticas y culturales concretas, introduciendo propuestas y repasando las políticas culturales locales y autonómicas, las llevadas a cabo en la Unión Europea o en América Latina y el sector del turismo y el patrimonio cultural.
El informe no olvida la participación ciudadana o la autogestión cultural, así como los viveros culturales, que ofrecen formación y asesoramiento a los fundadores de pymes culturales para garantizar la sostenibilidad de sus proyectos. En concreto, además de explicar diferentes iniciativas nacionales e internacionales, se analiza el éxito de Factoría Cultural, un vivero madrileño que en poco más de un año ha impulsado más de 70 proyectos diferentes.
Como cita el informe y recientemente han manifestado altos responsables de la UNESCO: “La cultura es lo que somos, forma nuestra identidad, es un medio para fomentar el respeto y la tolerancia entre los pueblos, es un modo de crear puestos de trabajo y mejorar la vida de las personas; es una forma de incluir y entender a los demás, ayuda a preservar nuestro patrimonio y le da sentido a nuestro futuro…”.