Publicación del catálogo del Museo Nacional de Escultura de Valladolid

20160316101205927_0001El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte –a través de la Subdirección General de Documentación y Publicaciones– ha reeditado, actualizada y en edición bilingüe español-inglés, la publicación Museo Nacional de Escultura : colección = collection, que podéis consultar en la Biblioteca de Cultura.

La historia del Museo Nacional de Escultura, situado en la ciudad de Valladolid, rompe con el tópico de ver los museos como instituciones intemporales y neutras. Desde su nacimiento en 1842, muchas han sido las sedes e importantes las modificaciones de su estatuto, sus fondos artísticos e incluso su propio nombre: Museo de Pintura y Escultura (1842), Museo Provincial de Bellas Artes (1849), Museo Nacional de Escultura (1933), Museo Nacional de Escultura Religiosa de los siglos XIII a XVIII (episódicamente en 1939), Museo de Escultura Policromada (popular), Museo Nacional Colegio de San Gregorio (2008) y, finalmente, Museo Nacional de Escultura (2011).

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El origen de su colección, distribuida en este momento entre el Colegio de San Gregorio, el Palacio de Villena y la Casa del Sol (todos en Valladolid), se encuentra en la denominada “desamortización de Mendizábal” (1836), ministro de Hacienda bajo la regencia de María Cristina, quien decreta la disolución de monasterios y conventos, la salida a venta pública de sus propiedades muebles e inmuebles y la creación en cada provincia de una Junta Científica y Artística encargada de inventariar y clasificar los bienes artísticos. Buena parte de ese patrimonio cultural “liberado” y huérfano fue a parar a los recién fundados Museos Provinciales de Bellas Artes. Y Valladolid fue de los primeros en formar su Museo de Pintura y Escultura, antes mencionado.

La singularidad de su colección se basa en el predominio de la escultura, eje de la actividad investigadora del centro, si bien se incluyen notables muestras de pintura, artes aplicadas y mobiliario. Su contenido principal es de tema religioso, abarcando un arco temporal amplio, desde la Baja Edad Media hasta el s. XX, aunque bien puede concretarse en los siglos XVI y XVII, verdadera edad de oro de las artes aplicadas, donde destacaron por su trabajo de tallas de madera policromada Alonso Berruguete, Juan de Juni o Gregorio Fernández. La colección escultórica es particularmente rica en algunos géneros como retablos, sepulcros, sillerías de coro, artesonados o los originales pasos procesionales. Ahondando en el tema, y aprovechando la cercanía de la Semana Santa, enlazamos una entrada anterior en este blog titulada La imaginería barroca en la Semana Santa, donde ya se destacaba la importancia de este patrimonio conservado en el Museo Nacional de Escultura.

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El cuerpo de la publicación, al margen de los textos traducidos al inglés, se compone fundamentalmente de dos partes: el capítulo dedicado al devenir histórico del Museo y, por otro lado, las 126 fichas de piezas maestras de su colección, que dan buena muestra del importante patrimonio que protege. La publicación se completa con un índice alfabético de artistas y otro de formadores de reproducciones artísticas. En esta ocasión, y a diferencia de la edición anterior del catálogo publicada en 2009 con el título Museo Nacional Colegio de San Gregorio : colección = collection, se ha incluido la parte correspondiente a las piezas procedentes del antiguo Museo Nacional de Reproducciones Artísticas.