El Museo Arqueológico Nacional por fin ha vuelto a abrir sus puertas tras seis años cerrado, y la Biblioteca de Cultura ha querido hacerse eco de este hito histórico. El esfuerzo ha valido la pena, con su remodelación integral el nuevo MAN ha ganado una mayor superficie útil (2.642 metros cuadrados más), por lo que se ha conseguido una mejor distribución espacial de las 13.000 piezas expuestas.
El Museo Arqueológico Nacional es el museo más importante de historia de España y tras la remodelación se situaría como uno de los más destacados museos arqueológicos y de historia europeos. Su objetivo es acercar al público, de manera didáctica y atractiva, al conocimiento de su identidad a través del patrimonio cultural. Fundado por la reina Isabel II por Real Decreto de 21 de marzo de 1867, tuvo como sede provisional el Casino de la Reina, hasta que en 1895 se ubicó definitivamente en el Palacio de Recoletos, destinado a Biblioteca y Museos Nacionales (instituciones que fueron abandonando el edificio progresivamente, excepto la Biblioteca Nacional con la que siempre ha convivido).
Sus cerca de 10.000 metros cuadrados de superficie, distribuidos en cuarenta salas, nos permiten realizar un recorrido por la historia de los pueblos que habitaron la Península, desde la Prehistoria hasta el siglo XIX, a través de miles de piezas cuyo discurso museográfico se apoya en audiovisuales, mapas y paneles gráficos.
La remodelación, llevada a cabo por el estudio de arquitectura Frade Asociados, gira en torno al gran patio central, cerrado con una claraboya y en el que se ha dispuesto una escalera por la que se accede a las plantas del museo. La entrada desde el exterior a las salas ha cambiado, el público accede al museo por una entrada lateral, desembocando en un gran espacio de acogida para el visitante, por lo que ya no se entra por el pórtico de estilo historicista neoclásico realizado según las trazas del autor del edificio, el arquitecto Francisco Jareño y Alarcón. Este pórtico monumental está flanqueado por las llamativas esfinges de bronce realizadas por Felipe Moratilla Parreto entre 1891-1895. Sin embargo, aunque el nuevo acceso ha perdido en monumentalidad, lo ha ganado en accesibilidad.
El museo se articula en cuatro plantas comunicadas por la nueva escalera situada en el patio central, accesible también por los ascensores ya que, lógicamente, se ha tenido en cuenta la normativa vigente sobre la adaptabilidad de los edificios a las personas con discapacidad.
Asimismo ofrece ahora una mayor accesibilidad y amplia gama de servicios para hacer más grata la estancia a los visitantes. Para ello cuenta con los últimos avances en tecnología y comunicación, favoreciendo que el recorrido por sus salas sea lo más interesante y comprensible posible. Los espacios de exposición permanente se han visto aumentados, además destacan los espacios dedicados a cafetería (antes inexistente) y tienda, que presta sus servicios desde hace años y que ahora se ha visto ampliada.
Como novedades, destacar el traslado de la colección egipcia que antes estaba en el sótano a la planta cuarta, así como la instalación de las colecciones de numismática que ha cambiado mucho: ya no es un monetario clásico sino que de forma didáctica, a través de diversas piezas representativas, se explica el origen y el valor del dinero en diferentes culturas.
Resaltar los novedosos medios interactivos en las salas, con los que se ha dado un salto cualitativo en la calidad y oferta de servicios públicos para personas con necesidades especiales, en materia de discapacidad motora, auditiva o visual, dado que la accesibilidad para éstos era uno de los objetivos principales de esta reforma. En este sentido, además de la eliminación de barreras arquitectónicas, destacan algunas actuaciones como la instalación de estaciones táctiles a lo largo del recorrido, la incorporación de bucles de inducción magnética en todos los puntos de atención al público y audiovisuales. A modo de ejemplo cabe destacar las signoguías para uso de personas sordas: guías multimedia con subtitulado y pantallas en lengua de signos.
Con motivo de su nueva apertura el acceso al museo será gratuito para el público hasta el día 20 de abril de 2014.
Asimismo el Museo dispone de una biblioteca que ha sufrido también una importante remodelación, aunque todavía no se ha abierto al público, se espera que próximamente los usuarios puedan utilizar sus 1100 m2 y 36 puestos de lectura. El fondo de la biblioteca la convierte en un espacio de referencia para investigadores especializados en arqueología, historia, arte y museología, cuenta con 140.000 volúmenes que comprenden libros impresos desde el siglo XV hasta la actualidad, y unos 3.000 títulos de publicaciones periódicas. Todo el fondo está catalogado y se puede acceder a él desde el catálogo BIMUS de la Red de Bibliotecas de Museos Estatales.
Bibliografía sobre el Museo Arqueológico Nacional disponible en la Biblioteca de Cultura.
Es una idea muy interesante la de relacionar los acontecimientos culturales con bibliotecas donde se pueda profundizar y ampliar conocimientos sobre eventos culturales.