La Biblioteca de Cultura podría considerarse la típica biblioteca ministerial, pero hay algo que la hace un poco especial al resto. Está ubicada en la Casa de las Siete Chimeneas, edificio histórico donde los haya, tanto por su historia como por las leyendas que lo rodean. Tenemos incluso nuestro fantasma particular. Dicen que por las noches, una dama vestida de blanco y con un candil, se pasea por los tejados y que sus siete chimeneas representan los siete pecados capitales. Con esta somera descripción anecdótica se puede comprender lo que se cocía entre estas paredes en tiempos de Felipe II.
Este edificio es uno de los escasos ejemplos de arquitectura civil del siglo XVI que existen en Madrid. Está situado en la Plaza del Rey, y cuenta con fachadas en las calles Infantas y Colmenares. Fue conocido popularmente con el nombre de Casa de las Siete Chimeneas, tras experimentar diversas ampliaciones y construir en sus tejados las siete chimeneas que hoy vemos. En 1948 fue declarada Monumento Histórico-Artístico, y en 1995, Bien de Interés Cultural. En la actualidad, es sede de la Secretaría de Estado de Cultura.
La casa ha tenido a lo largo de la historia algunos ilustres habitantes como el caso de dos favoritos reales de diferente época: el conde-duque de Olivares y Manuel Godoy, durante un breve periodo de tiempo. Otro de sus famosos inquilinos fue el marqués de Esquilache, que era la persona mas influyente en época de Carlos III, de hecho sus continuos abusos consiguieron soliviantar al pueblo y aquí vinieron las turbas a buscarlo en el motín de 1766, aunque no lo encontraron. Su final fue el exilio.
Durante casi cuatrocientos cincuenta años, la casa ha pasado por muchas manos, siempre de familias nobles. Embajadores, terratenientes, mercaderes… A finales del siglo XIX, la casa fue reformada para convertirse en sede del Banco de Castilla y durante estas reformas el cadáver de una mujer, junto con una bolsa con monedas de la época de Felipe II, fue descubierto entre los muros de los sótanos. También en el año 1960 otras reformas volvieron a desenterrar los restos de otro esqueleto emparedado, esta vez masculino y, hasta día de hoy, anónimo. A título de curiosidad, se dice que este cadáver corresponde al mayordomo de Esquilache, al que el populacho asesinó durante el motín. Como vemos en esta y otras muchas historias que se cuentan, la imaginería popular a lo largo de los años ha rodeado a la Casa de las Siete Chimeneas de un halo de misterio que hace que en ocasiones sea difícil desligar la historia del edificio de las leyendas que lo acompañan.
Actualmente la Biblioteca de Cultura forma parte del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, como biblioteca que sirve de apoyo a la Secretaría de Estado de Cultura y sus fondos están especializados en temas, sobre todo, de política y gestión cultural, estadística e industrias culturales, historia y antropología cultural, y la sociedad de la información y del conocimiento. Posee una sala de lectura que invita al estudio: cómoda, espaciosa y silenciosa. Llevamos muchos años prestando servicio al personal de la casa y ahora hemos abierto el préstamo al público en general. Aunque no somos una biblioteca pública, pueden utilizar sus instalaciones y fondos cualquier persona que lo desee. Nuestro objetivo es dar el mejor servicio posible a todos los usuarios que nos visiten y convertirnos en su biblioteca de referencia.
Bibliografía sobre La Casa de las Siete Chimeneas disponible en la Biblioteca de Cultura
Interesantísima la historia de la sede. Ya sólo por eso bien se merece una visita. Aunque seguro que lo más interesante está hoy en día en los servicios que presta la biblioteca.
Por otro lado, enhorabuena por la iniciativa del blog, que me parece estupenda. Con certeza detrás de esto que ahora podemos ver en la red hay un gran trabajo.
Un saludo,
Enrique Sampedro
¡Muchas gracias!
Os invitamos a todos a visitarnos
No sabía yo que fue a la biblioteca donde fue la turba a buscar a Esquilache en el inicio del motín… ¡Todos los días se aprende algo nuevo!